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El debate público

Contraluces de una jornada intensa

Raúl Trejo Delarbre

La Crónica

08/06/2015

Ganó El Bronco y perdieron los broncos. El triunfo en Nuevo León del candidato sin partido será celebrado como precursor de una política más allá de los corsés institucionales, aunque es preciso moderar ese optimismo que desde anoche recorre medios y redes. Jaime Rodríguez se benefició de un reconocible esfuerzo ciudadano, pero también de una operación empresarial para, con un ex priista, propinarle un golpe al PRI en Nuevo León.
La derrota de los broncos, en cambio, se puede celebrar sin reservas. A la operación para boicotear las elecciones se opusieron la esmerada organización de las elecciones a cargo del INE, la actuación de la fuerza pública que fue tardía y desigual pero fundamentalmente eficaz y, lo más importante, la convicción participativa de los ciudadanos. La gente acudió a votar en las entidades y regiones más conflictivas, a pesar de amenazas expresas. Ante miedo que infundían los provocadores, los ciudadanos reivindicaron la vía de las urnas.
Jaime Rodríguez enfrentó a un sistema de partidos del que nunca se distanció. Su trayectoria priista de toda la vida es soslayada por quienes consideraron que era un candidato independiente. Más allá de sus filiaciones y convicciones, desde el nombre hasta la elementalidad de sus planteamientos a El Bronco lo definen el pragmatismo y el clientelismo. No estamos ante el desplazamiento de una propuesta política por otra distinta. Se trata de la llegada al gobierno de la entidad, que ocupa el tercer lugar en la producción económica nacional, de una figura conocida por su fanfarronería pero, hasta ahora, sin ideas propias sobre los problemas nacionales.
A Rodríguez le ha favorecido la desazón social que, con motivos de sobra, identifica a los partidos tradicionales con corrupciones y abusos. La posibilidad de encarar a PRI y PAN, que han acaparado el gobierno local, condujo a muchos neoleoneses a querer encontrar en la candidatura de ese personaje una vía de revancha política.
Ahora El Bronco tendrá que conciliar dos necesidades políticas contrapuestas. En primer lugar debe establecer acuerdos con los partidos, a los que venció en la lid por la gubernatura, porque son los que controlarán el congreso estatal. Al mismo tiempo, si su primer discurso de anoche anticipó una apuesta política más ambiciosa cuando habló de una “segunda revolución ciudadana”, tendrá que conservar el capital social que le permitió ganar en las urnas. Cada paso, cada palabra suyos, serán aquilatados pensando en sus posibilidades rumbo a 2018. Así, se develará pronto cómo y de qué es capaz El Bronco. El problema con los políticos populistas es la casi invariable tentación para mantener a la fuerza, con medidas autoritarias, el poder que les confieren el entusiasmo y la espontaneidad de la gente.
Esos atributos hicieron posible que ayer en todo el país, con excepciones muy locales que no hay que menospreciar, los ciudadanos fueran a votar. El empeño del INE, respaldado por centenares de miles de ciudadanos que integraron las mesas de casilla, venció a las amenazas contra la elección.
Al fracaso de los grupos más radicales que se han enquistado en frentes de masas como la Coordinadora de maestros tendría que seguir una operación política del Estado para reducir sus bases sociales. El rechazo ciudadano a los provocadores permite aislarlos y acotar su capacidad para acudir a la violencia. Por lo pronto será necesario que haya garantías para celebrar elecciones como las que ayer se suspendieron en Tixtla, Guerrero.
La composición de la Cámara de Diputados todavía era incierta cuando esta nota entraba a imprenta. La mayoría priista sigue siendo relativa y, por ello, acotada por la necesidad de pactar con otras fuerzas. Pero en los resultados estatales se puede apreciar un corte de caja con claros ganadores y perdedores. La derrota en Nuevo León opacará triunfos importantes del PRI como el que, según los datos de encuestas, habría obtenido en Sonora. Ante su estancamiento nacional, para el PAN no será suficiente consuelo la recuperación del gobierno de Querétaro.
Los litigios en las entidades con resultados muy cerrados tendrán ocupados a partidos y tribunales electorales. Pero desde ahora se puede identificar al PRD como uno de los grandes perdedores de esta jornada. Si se confirman las estimaciones de anoche, el gobierno de Guerrero cambiará de manos. El solo hecho de que haya resultados competidos indica que muchos ciudadanos en esa vapuleada entidad no han estado dispuestos a mantener a un gobierno complicado, y quizá implicado, con ilegalidades y violencia. La decisión del grupo que encabeza al PRD para respaldar al ex gobernador Aguirre Rivero ha sido una de las causas de esa debacle que tiene consecuencias en Guerrero pero además en zonas que eran terreno natural de ese partido, como algunas delegaciones de la ciudad de México.
En los resultados electorales, el Partido Verde se encuentra entre los triunfadores de este domingo 7. La votación nacional que le permitirá conservar registro y prerrogativas, confirma la eficacia de las trampas y el cinismo para lograr posiciones políticas. Pero aun ganando, el PVEM pierde porque sus artimañas han sido tan insolentes que no dejarán de significarle consecuencias tanto políticas como jurídicas. La difusión de mensajes en Twitter por parte de cantantes, actores y deportistas que apoyaron a ese partido cuando estaba suspendida la propaganda política constituyeron un reto a la autoridad electoral y a la sociedad.
El papel de las televisoras en esos mensajes concertados fue confirmado anoche por Ricardo Salinas Pliego, el pícaro concesionario de Televisión Azteca que salió a la defensa de esos disciplinados tuiteros diciendo que sus mensajes fueron un ejercicio de libertad de expresión. ¡El dueño de la televisora más tristemente célebre por su información parcial y distorsionada y por traficar con su influencia mediática, ahora se parapeta en la libertad de expresión!
Los tuits de protegidos de las televisoras no fueron expresión de libertad alguna sino un abuso orquestado con alevosía. Así lo advirtieron millares de usuarios de esa red sociodigital que cuestionaron a personajes como el entrenador de la selección mexicana de futbol. La confirmación que hizo Salinas Pliego de su compromiso con esos mensajes permite identificar la responsabilidad de Televisión Azteca en esa y posiblemente otras infracciones que han desafiado recientemente a la autoridad electoral.