María Marván Laborde
Excélsior
31/05/2018
Helmut Kohl, miembro de la Unión Demócrata Cristiana, subió al poder en 1982 y terminó su largo poderío hasta 1998, en medio de un escándalo por el financiamiento ilegal a su partido por parte de un canadiense que se dedicaba a la manufactura de armas. No obstante haber sido un personaje clave en la reunificación de las dos Alemanias, se le recuerda más por su participación en el escándalo político que por el resto de sus acciones políticas, algunas encomiables.
La Fiscalía Anticorrupción de España inició en 2007 la investigación por un caso de corrupción que implica al Partido Popular, el conocido caso Gürtel. Fueron 37 los indiciados, hace una semana el juez dictó sendas sentencias; ha condenado a 29 personas. Francisco Correa tiene la pena mayor, 51 años y 11 meses, Luis Bárcenas, extesorero del PP, recibió 33 años y cuatro meses. Entre todos los condenados suman 351 años y un mes de cárcel.
Antes de que se cumplieran 24 horas de la sentencia, Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español, estaba solicitando una moción de censura en contra de Mariano Rajoy para tirar el gobierno de coalición que tomó más de un año formar. Aun cuando el presidente no ha sido señalado como responsable de los delitos que se le imputan a sus correligionarios, el PSOE considera que no es creíble que Rajoy no estuviese al tanto de las acciones ilegales del PP. Mirar para otro lado también es complicidad.
Podemos estar de acuerdo con Sánchez o pensar, como una parte de la opinión pública española, que es un oportunista y lo que está buscando en realidad es cumplir con su sueño de ser presidente. Lo cierto es que la crisis del gobierno español es mayúscula, sobre todo si tomamos en cuenta que coincide con la presión de los independentistas catalanes. Mañana viernes deberá votarse si procede el derrocamiento del gobierno.
Mientras todo esto sucede, en México no avanzamos mucho en Chihuahua con el caso documentado del financiamiento al PRI por el gobierno de César Duarte. Si bien es cierto que el exsecretario del PRI, Alejandro Gutiérrez, está preso, también sabemos que la PGR y la justicia federal han hecho todo lo posible por impedir que la investigación siga su curso. A pesar de las pruebas en contra de Duarte, la Federación no ha movido un dedo para pedir la extradición. Al fragor de la presente batalla electoral, la conocida morenista Yeidckol Polevnsky, nacida como Citlali Ibáñez Camacho, declaró que Gutiérrez era un preso político.
El lunes, el INE sancionó a Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, por financiar su campaña de recolección de firmas con dinero del gobierno de Nuevo León. Al menos 652 funcionarios de 29 dependencias del gobierno se dedicaron a recabar apoyos en horarios laborales. El INE estableció la multa más alta posible para una persona física, 739 mil pesos. Si bien el INE cumple con la obligación de dar vista a la Fepade, está por verse que esta institución arme una carpeta de investigación que pueda consignarse frente a un juez.
El daño que hizo Khol a su partido lo pagó caro en las urnas. El Partido Popular tendrá que pagar las consecuencias del caso Gürtel, no sólo con la cárcel de algunos de sus miembros, quizá con el gobierno mismo de Mariano Rajoy. El esquema de financiamiento del PRI tendrá graves consecuencias el próximo primero de julio. Al igual que con Rajoy, es difícil creer que Meade no estaba al tanto.
La corrupción dentro de los partidos se entrelaza con los diferentes gobiernos y debe castigarse, tanto en las urnas como con todo el peso de la justicia penal. El castigo no es venganza ni merece amnistía, se convierte en herramienta indispensable para salvar la democracia, a pesar de que en el corto plazo pueda generar una crisis de gobierno que nadie desearía.