María Marván Laborde
Excélsior
07/08/2017
Seis de septiembrey la Cámara de Diputadosno logra abrirse.No completan los votos necesarios para instalarla Mesa Directiva. Se instalóla del Senado en contra de la voluntad de Ricardo Anaya, presidente del PAN, para colmo, quedó como presidentede la misma Ernesto Cordero,todavía panista.
Debido a que no se pudo abrir el periodo de sesiones del Congreso, como lo manda la Constitución, el Quinto Informe de Gobierno de Peña Nieto quedó degradado a bulto de paquetería. Ni siquiera lo pudo entregar el secretario de Gobernación como se había venido haciendo en los últimos años. ¿Estamos frente a una crisis constitucional? ¿Es una crisis política? ¿O simplemente es un juego de pirotecnia que ha levantado varias cortinas de humo?
Si paralizar uno de los tres poderes del Estado es grave, mucho más preocupantes son las causas de desencuentro y la ausencia de hombres de Estado a la altura de las circunstancias. Y digo hombres porque todas las cabezas visibles en este conflicto son de sexo masculino y género macho.
So pretexto del pase automático del fiscal, Ricardo Anaya, presidente del PAN y presunto millonario, cuya fortuna fue recién descubierta por el diario nacional más oficialista con el que hoy contamos, ordena sabotear la instalación de la Mesa Directiva en el Senado y de la Cámara de Diputados. Senadores blanquiazules le desafían y aceptan la presidencia de la misma. El PAN, que tradicionalmente había respetado que sus legisladores votaran en libertad de conciencia, amenaza con expulsar a los cinco rebeldes. Intercede Margarita Zavala, quien aspira a la candidatura presidencial y solicita que no haya una purga.
¿De verdad está de fondo el probable nombramiento de Raúl Cervantes como fiscal general de la República con pase automático desde la PGR hasta la nueva Fiscalía? ¿Cuál es el verdadero fondo del conflicto que tiene en vilo a la República y cuáles las cortinas de humo que funcionan como distractoras de la atención pública?
Son inocultables las crisis internas en tres partidos principales, además, hay una tormenta tropical con posibilidades de convertirse en huracán. Primero, el PRI, al abrir candados, amplió su baraja para escoger candidato a la Presidencia, pero al mismo tiempo incrementó motivos para una fractura interna.
Segundo, el PAN está violentamente enfrentado, Margarita aventaja en todas las encuestas y Anaya controla todas las estructuras del partido. Ninguno está dispuesto a ceder y mucho menos trabajar para el otro. Curioso, pero no casual, el fraseo de los cinco senadores rebeldes en la carta aclaratoria, que han hecho pública, descalifica el liderazgo de Anaya y hablan de sus senadores.
Tercero, el PRD, controlado desde hace tiempo por la corriente Nueva Izquierda, patrimonio de Los Chuchos, demuestra que, al imponer, se puede ganar la batalla, pero ser derrotado en la guerra. Tan innegable es que se quedaron con el partido como que éste ha sido desfondado. Es difícil atinar cuál será su peso específico en las próximas elecciones, probablemente no más de un dígito, diferencia quizá suficiente para quien quiera ganar la Presidencia.
El posible cuarto conflicto se ha hecho visible a partir del enojo de Ricardo Monreal, que daba por sentado ser el candidato para el Gobierno de la Ciudad de México. A decir de la prensa, se le han tendido puentes y todos ellos los ha quemado. Esta serie de crisis políticas internas repercuten en la vida constitucional y viviremos con ellas de aquí al primero de julio de 2018.
Mientras no se instala la Cámara de Diputados, la presidenta del PRD, el presidente del PAN y el de Movimiento Ciudadano van a registrar el Frente Amplio Democrático, en el que anuncian su intención de caminar juntos hasta el 2024 (o bien, hasta que la candidatura presidencial los separe). Curiosas las fotos de su presencia en el INE, muchos sacos y mascadas color amarillo, nada azul y nada naranja.
Mientras, un Ferrari rojo con placas de Morelos parece haber atropellado irremediablemente al procurador general. No sabemos a ciencia cierta y entre tantas cortinas de humo quién se esconde de qué y para qué. Veremos en julio del año que entra quién cobra dividendos.