Salomón Chertorivski Woldenberg
El Sol de México
09/08/2017
El Gobierno de la Ciudad de México está participando en la Expo Mundial de Energía 2017, donde exponemos los proyectos que estamos llevando a cabo para consumir menos petróleo o luz eléctrica producida por petróleo o gas, para empezar a consumir más y más energías limpias y contribuir al combate contra el cambio climático.
Al participar en Astaná Kazajstán en un panel con especialistas, expliqué lo que ha realizado Miguel Ángel Mancera en materia de energías limpias, como la creación de la Oficina de Energía Sustentable que busca no solo apoyar y orientar a todo aquel proyecto que busque dejar de consumir petróleo o electricidad producida a partir de petróleo sino que va más allá al tener la obligación de construir programas que ayuden a que el propio gobierno se aleje del petróleo y empiece cada vez más a consumir energía limpia.
Como ejemplo de lo que esta haciendo la CDMX en este sentido son las dos mil tortillerías que en Iztapalapa en una primera etapa, se abastecerán de energía limpia dejando de usar electricidad producida por petróleo con lo que además de su aporte a la lucha contra el cambio climático ahorrarán en la elaboración de este producto base de la alimentación del mexicano hasta un 30 por ciento.
Otro ejemplo es la creación de una industria sustentable en la cual se utiliza el calor que se produce de incinerar controládamente la basura que produce la ciudad mismas para generar energía eléctrica limpia y así impulsar el metro de la CDMX que a diario transporta a 5.5 millones de personas.
Los expertos del mundo están muy impresionados de que una ciudad esté tomando medidas tan importantes cuando a veces no lo hacen ni si quiera los paises ya que, si una ciudad tan grande, con tantos retos como la nuestra puede avanzar y soñar con llegar a una ciudad que consuma pura energía limpia y con ello poner nuestro granito de arena para luchar contra el cambio climático, entonces cualquier ciudad en el mundo lo puede hacer también.
Las acciones de la CDMX adquieren mayor relevancia ya que en 2030, el 60 por ciento de la población del mundo vivirá en ciudades y éstas son las responsables del 70 por ciento del consumo de energía y de la generación de gases que dañan la capa de ozono y aceleran el cambio climático con las consecuencias que también vemos cada vez más seguido en las propias ciudades como son las lluvias torrenciales, granizadas, calor y frío extremos entre otras por lo que es desde las ciudades donde se debe y puede trazar un panorama diferente para detener el cambio climático.
La urgencia de avanzar en esta lucha es porque se tiene una ventana de oportunidad de no más de cinco años para cambiar la tendencia del calentamiento de la tierra, si no lo hacemos ya no sucederá, los daños serán irremediables y estaremos heredando a nuestros hijos y nietos un planeta con un clima peor del que nosotros recibimos.
Es momento de no dudar, es momento de corregir el rumbo porque el planeta en su conjunto no está yendo en la dirección correcta y se necesita de manera urgente que los gobiernos sean creativos para dejar de consumir petróleo o electricidad producida a partir de petróleo como lo estamos haciendo ya en la Ciudad de México para convertirnos en un ejemplo mundial de todo lo que las ciudades pueden aportar porque a final de cuentas, son los habitantes de ellas quienes más sufrirán los efectos desastrosos del cambio climático.