Ciro Murayama
El Universal
07/05/2015
El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó ayer la validez y definitividad del padrón electoral y de la lista nominal de electores que serán utilizados en la elección del 7 de junio.
El padrón electoral y listas nominales son herramientas imprescindibles para organizar una elección legal, legítima y democrática. Después de la elección de 1988, cuando se demostró que ni las reglas ni las instituciones de entonces eran capaces de encauzar la pluralidad política, la primera tarea para avanzar hacia comicios creíbles fue la creación del padrón electoral desde cero. Un padrón bien hecho asegura que no haya excluidos arbitrariamente de su derecho a ejercer el voto, y que tampoco haya gente en el listado que no cuente con el derecho o que se duplique la posibilidad de sufragar para un individuo.
Se dice fácil, pero dar de alta, entregar la credencial para votar, procesar cambios de domicilio, registrar las bajas del padrón, en el décimoprimer país más poblado del mundo y el décimocuarto más extenso del planeta, con elevadas tasas de migración interna y al extranjero, y con una dinámica demográfica que hace crecer en especial a los grupos poblacionales que llegan a la edad de ciudadanía es una de las operaciones más complejas que desarrolla el Estado mexicano.
Desde el 2 de julio de 2012, al día siguiente de la última elección federal, como dispone la ley se reabrieron los módulos de atención ciudadana en donde los mexicanos y mexicanas mayores de 18 años acuden a darse de alta al padrón electoral y a recoger su credencial para votar con fotografía.
En estos tres años, se actualizaron 38 millones 667 mil 163 credenciales para votar con fotografía. Se dieron de baja 10 millones 587 mil 243 registros de credenciales “03”, “09” y “12” que habían perdido vigencia. Se excluyeron 173 mil 833 registros de ciudadanos cuyos trámites fueron cancelados. Se eliminaron 132 mil 811 registros duplicados. Se procedió a la exclusión de 132 mil 843 registros de ciudadanos por suspensión de sus derechos político-electorales. Por otra parte, se aplicó la baja de un millón 433 mil 04 registros de ciudadanos fallecidos e incluso se registraron tres bajas por renuncias a la nacionalidad mexicana.
A la par que el INE debe atender a decenas de millones de ciudadanos, también está obligado a construir confianza. Por ello, actualizar el padrón es una de las tareas más vigiladas por los partidos políticos desde 333 comisiones de vigilancia (una nacional, otra por cada entidad federativa, y por cada uno de los 300 distritos que conforman la geografía electoral federal del país). Desde la última elección federal a la fecha se recibieron 11.8 millones de observaciones de los partidos, de las cuales resultaron procedentes y atendidas el 2.82% del total.
Para llegar a la aprobación del padrón y de la lista nominal, se desarrolló también una verificación nacional muestral y un comité técnico formado por especialistas externos realizó investigaciones sobre la calidad y confiabilidad del padrón. A dicho de esos expertos, tenemos el mejor padrón electoral de la historia.
En el actual padrón se encuentran inscritos 87 millones 244 mil 921 ciudadanos y, de ellos, 83 millones 563 mil ,190 tienen su credencial para votar con fotografía vigente. Son estos 83.5 millones de ciudadanos quienes están llamados a las urnas para decidir quién gobierna y ocupa los cargos de representación popular.