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El debate público

La TV en el centro, todavía

Raúl Trejo Delarbre

La Crónica

25/07/2016

La televisión sigue teniendo un sitio predominante entre los medios que los mexicanos utilizan para informarse y entretenerse. La lectura de impresos no ha sido desplazada, o al menos no del todo, por el consumo de contenidos en línea. Ese consumo cada vez es más personal y variado.
El 90.4% de los mexicanos ve la televisión, pero el 53% dice que no escucha la radio. El 41% afirma que lee periódicos impresos y el 40% utiliza computadora. La mitad de los mexicanos ve películas en el cine, pero la otra mitad no.
Esos son algunos resultados de la investigación La otra brecha digital. La sociedad de la información y el conocimiento que forma parte de la espléndida indagación «Los mexicanos vistos por sí mismos» publicada en 26 volúmenes por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Se trata de los resultados de 25 encuestas nacionales, cada una de ellas a partir de 1,200 entrevistas, coordinadas por la especialista en opinión pública Julia Flores Dávila.
La preeminencia de la televisión contradice las expectativas de quienes han considerado que ya había sido reemplazada por la propagación de contenidos en línea, e incluso se contrapone al impostado pesimismo de los empresarios mediáticos que aseguran que ese medio ya no es negocio. No lo es como antaño, evidentemente, porque las audiencias (de las que es preciso hablar en plural y no como un conglomerado homogéneo) disponen de una diversidad de opciones audiovisuales a la que antes no tenían acceso.
Los viejos ratings de varias decenas de puntos quedaron en el pasado y sólo se registran en acontecimientos extraordinarios. La nueva normalidad de la televisión es de audiencias dispersas y dispuestas a exigir, aunque no tanto como hemos querido suponer quienes nos interesamos en el estudio de los medios.
Solamente uno de cada diez mexicanos afirma que no acostumbra ver televisión. Apenas 1.4 de cada 10 dice leer revistas impresas. Pero 4 de cada 10 dicen que leen periódicos en papel. Hay que tomar algunos de esos datos con una pizca de sal: si esa lectura se hiciera con regularidad, los tirajes de los diarios en nuestro país no serían tan exiguos.
El 52% de los entrevistados dice que la televisión es el medio preferido para obtener información acerca de lo que pasa en el mundo y para el 48% es el medio de entretenimiento más frecuentado. En segundo lugar, con 20% y 22%, respectivamente, se encuentra Internet. Llaman la atención el lejano tercer sitio en el que quedan los diarios como fuente de información (con 8% de preferencias) y el uso más importante que le reconocen los encuestados a la prensa escrita: para el 32% los periódicos son el medio principal cuando se trata de buscar trabajo (los diarios en papel también sirven para envolver mercancías, por supuesto).
La radio, en cambio, queda notoriamente relegada. Apenas el 3.2% la prefiere como fuente de noticias y el 3.8% como medio de entretenimiento. La caída en la audiencia de la radio es patente. Hace no muchos años al menos 9 de cada 10 mexicanos decían que la escuchaban. Ahora son sólo 4.7 de cada 10.
A pesar de la variedad de medios que existen hoy en día, o quizá precisamente por eso, los mexicanos son indulgentes cuando evalúan a la televisión. En una escala del 1 al 10, le dan una credibilidad de 6.7. Esa confianza es mayor que la adjudicada a los sacerdotes (6.5), el Instituto Nacional Electoral (5.7) o el Presidente de la República (5.2), entre otros actores de la vida pública. La credibilidad de los periódicos, igual que la de Internet, en esa escala, es de 6.6; la radio tiene 6.3.
Al preguntárseles cómo evalúan la calidad de los contenidos que ofrecen los medios en México, el 42.9% responde que les parece «buena» o «muy buena», en tanto que el 43.7% considera que es «regular». El 9.2% opina que la calidad de los contenidos es «mala» o «muy mala». Se trata de apreciaciones generales acerca de todos los medios.
La mitad de los mexicanos, siempre de acuerdo con esa encuesta, considera que la televisión tiene mucha o alguna apertura para que la gente «participe sobre los contenidos que se ofrecen». Cuando se les pregunta qué influencia tienen los medios en la educación de los niños, el 41.6% considera que es positiva.
Sin embargo, confrontados con problemas específicos, los mexicanos sugieren que la televisión deja algo que desear. A una pregunta sobre si el gobierno debería intervenir en decisiones acerca de la publicidad dirigida a los niños, el 38.5% respondió que sí y el 30.9% dijo que «sí, en parte». Se trata de 7 de cada 10 mexicanos que avalarían medidas más específicas en la con frecuencia engañosa publicidad que ven los menores de edad. En cambio, el 42% está en contra de que el gobierno intervenga en las decisiones sobre lo que dicen los locutores en la radio.
La encuesta solicitó opiniones sobre la frase «los medios manejan información completa, explican todos los hechos de manera clara». Con esa afirmación estuvo muy de acuerdo o algo de acuerdo el 57% y poco o nada de acuerdo el 38.4%. Los resultados habrían sido diferentes si se hubiera preguntado acerca de medios de comunicación específicos. En todo caso, esas respuestas reiteran la anuencia que en términos generales encuentran los medios en nuestra sociedad. Se les ve como reflejos de una realidad incómoda, pero de la que no son responsables. El 67% reconoce que en los medios ahora hay más violencia que antes, pero el 49% considera que esa violencia corresponde a la realidad del país.
Esa aprobación se advierte en las respuestas acerca del carácter positivo o negativo que los medios ofrecen de la imagen de distintos actores sociales. Para el 47.5% la imagen de las mujeres en los medios es «positiva», en tanto que solamente el 13.1% consideró que es «negativa». Los estereotipos e incluso los contenidos discriminatorios que se difunden acerca de las mujeres no son suficientes para inquietar a la mayoría. A la gente por lo general no le gusta reconocer que los mensajes que contempla o presencia todos los días son de baja calidad o de parcialidad notoria.
El volumen con los resultados de la encuesta nacional sobre información y medios fue preparado por los investigadores Issa Luna Pla y Julio Vicente Juárez Gámiz. Al analizar algunas de las paradojas que allí se presentan, explican: «Los medios de comunicación tradicionales en México dan a su público una mala calidad de información, que además no corresponde con la realidad, y que no promueve una cultura basada en una dieta informativa nutrida y cotidiana. De otra forma, los medios desempeñarían un efectivo rol de acercamiento de la sociedad a la obtención de información y el fortalecimiento de nuestra capacidad analítica conllevaría al conocimiento, es decir, a la lógica mediante la cual la sociedad de la información se  convertiría en una sociedad del conocimiento».
Por lo menos lo es, definitivamente, del entretenimiento. El 75% de los entrevistados manifiesta que acostumbra ver películas en televisión, pero únicamente el 49% acude a salas cinematográficas. El 15.5% dice que descarga películas de internet y el 6.4% ve cine de paga en línea en plataformas como Netflix y Claro Video. Sería muy interesante que la encuesta se realizara periódicamente para conocer la evolución de esos hábitos de consumo mediático. Un dato muy significativo indica la manera como ven televisión los mexicanos. Hoy en día más de la cuarta parte (el 26.7%) miran solos la televisión. Únicamente algo más de la mitad lo hace en familia (53.3%) y el 13.3% con su pareja.
Esa modificación de las formas como consumimos los contenidos de  los medios convencionales va de la mano con el creciente uso de tecnologías digitales. El 45% de los encuestados dijo que tiene acceso a Internet. De ellos, el 75% tiene conexión a la red en su casa, el 49% en teléfonos celulares y el 48% acude a cafés internet. El 87% de quienes usan internet se conecta al menos una vez a la semana. Casi todos son usuarios de Facebook (el 93%) y de Twitter el 34%.
El 46.4% considera que en México hay «mucho» acceso a las nuevas tecnologías digitales, aunque el 68% reconoce que la carencia de esos beneficios para muchos mexicanos se debe a que no tienen ingresos suficientes. Sin embargo el 25% manifestó estar dispuesto a pagar para consultar contenidos en internet (el 43% dijo que no).
Cuando a los usuarios de internet les preguntaron con qué frecuencia compran acceso a periódicos en línea, el 41% dijo que todos los días. Esa respuesta es contradictoria con las penurias que tienen los medios digitales que cobran por acceder a sus contenidos; posiblemente los entrevistados no comprendieron la pregunta. Lo mismo se puede decir del 26% que dice comprar periódicos impresos todos los días.
Lo que sin duda hay es una creciente costumbre para obtener en línea toda clase de textos. El 27% de los entrevistados dijo que tiene teléfono celular inteligente, o smartphone. De esos usuarios, el 42.5% utiliza esos dispositivos «mucho» o «algo» para leer periódicos o libros.
Estos datos nos ayudan a tomarle el pulso a los cambios que experimentan el acceso a la información, así como la apreciación que la gente tiene acerca de los contenidos que recibe. Junto a la televisión, hay recursos digitales que alcanzan cada vez más importancia y confianza, pero que todavía no la sustituyen.