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Otra ruta económica es posible

Fuente: La Crónica

Ciro Murayama

México tiene el peor desempeño económico mundial en 2009. Este año la contracción del PIB puede rondar el ocho por ciento, lo que agudizará la expansión del número de pobres en el país que entre 2006 y 2008 aumentaron en más de cinco millones de personas, así como la concentración del ingreso. A pesar de ello, la propuesta económica del gobierno federal para 2010 no contempla medidas para promover el crecimiento económico y atacar la destrucción de empleo. Su único objetivo es mantener a toda costa las finanzas públicas en equilibrio.

Las iniciativas gubernamentales en materia fiscal carecen de un horizonte que involucre como variable fundamental el bienestar de la población. No obstante, la política fiscal puede ser el detonante de un nuevo acuerdo en pos de conseguir resultados económicos y sociales más productivos. Como muestra, a continuación se ofrece un resumen del sentido y propuestas fiscales del documento “México ante la crisis: por un nuevo curso del desarrollo nacional” (consultable en www.ietd.org.mx).

LAREFORMAFISCALINTEGRALDEBEAJUSTARSEALOSSIGUIENTESPRINCIPIOSGENERALES:

Seguir una secuencia programada, que asuma la necesidad de contar cuanto antes con políticas anticíclicas y permita en el tiempo superar la fragilidad estructural de la hacienda pública mexicana; es decir, contribuir primero a la recuperación de la actividad y asegurar más adelante la sustentabilidad fiscal.

Revisar los ordenamientos legales que restringen el margen de maniobra de las políticas fiscal y monetaria y entorpecen la adopción de medidas anticíclicas. Un primer paso debe ser la revisión de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, estableciendo una regla de balance fiscal estructural que permita ahorrar recursos en épocas de bonanza para ser gastados en épocas de crisis.

Ser integral y satisfacer criterios de progresividad y de efectividad, a través de la reducción gradual del gasto fiscal.

Mantener una adecuada combinación entre las dos principales fuentes de tributación: impuestos directos (ISR), a personas físicas y morales, e indirectos (IVA y especiales).

Mejorar el sistema de administración e información tributarias, en especial la eficacia de la recaudación y la rendición de cuentas.

EN RELACIÓN CON EL IMPUESTO SOBRE LARENTA:

No debe sustituirse, sino acentuar su carácter progresivo e integral; ampliar los tramos de ingreso y elevar las tasas sobre los niveles existentes.

Ampliar la base gravable, corrigiendo el sesgo actual contra los ingresos del trabajo respecto de los del capital y eliminando la deducción de gastos que no son estrictamente necesarios para llevar a la práctica las actividades de las empresas y las operaciones de la banca y de otros intermediarios financieros.

Incorporar al régimen normal de tributación de las empresas a todas las actividades (incluyendo a las agropecuarias) y hacer más riguroso el régimen de causantes menores.

Eliminar la porosidad que los regímenes especiales y de consolidación imponen al sistema tributario, así como los regímenes de excepciones y los tratamientos especiales, con la

perspectiva de eliminar el IETU.

EN RELACIÓN CON EL IVA. En la actual circunstancia es contraproducente plantear reformas al IVA más allá de eliminar los tratamientos especiales y excepciones, salvo el aplicable a alimentos y medicinas.

Otros impuestos.

Introducir gravámenes a las ganancias de capital, establecer un impuesto patrimonial y gravar las transacciones financieras.

PRECIOS Y TARIFAS. Los precios y las tarifas de los bienes y servicios que proporcionan el gobierno y las empresas públicas deben permitirles cubrir los costos y generar un excedente que permita mantener el capital existente y ampliar la capacidad de producción. Si por alguna razón el gobierno federal (o un gobierno local) resuelve subsidiar cierta actividad, región, empresa o grupo de consumidores ello no debe repercutir en los estados financieros de las empresas públicas.

FEDERALISMO FISCAL.

Una coordinación fiscal que dé certeza y seguridad a las entidades federativas, aumentando su participación, tanto en la base participable como en el porcentaje.

En materia de recaudación del impuesto predial es conveniente no exentar del mismo a las empresas públicas ni a las instalaciones gubernamentales.

Un efectivo federalismo fiscal hace necesario incrementar la rendición de cuentas en el uso de los recursos en todos los niveles de gobierno.

CONSIDERACIONES SOBRE ELGASTO PÚBLICO.

Aumentar la transparencia y reducir la discrecionalidad del gasto, poniendo énfasis en la fiscalización sobre resultados.

Aumentar el gasto en infraestructura y en programas sociales de alto impacto, en especial salud, educación y ciencia y tecnología.

Robustecer la capacidad de auditoría plena, por parte del Poder Legislativo.

Moderar los sueldos de los funcionarios públicos y eliminar otras prestaciones no contempladas en la ley y con frecuencia autootorgadas como los bonos, los pagos por terminación del encargo, por seguros médicos privados o el pago de colegiaturas.

Revisar a fondo las estructuras del Estado mexicano para eliminar secretarías de Estado y programas redundantes, la excesiva proliferación de subsecretarías, jefaturas de unidad y mandos superiores que no se justifican para el ejercicio de sus funciones. Esta revisión debe abarcar a los tres poderes de la Unión y a los organismos autónomos.

Reducir de manera sustancial la contratación de tiempos y espacios de publicidad por parte de las diferentes instancias del sector público en los medios de comunicación.

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