Raúl Trejo Delarbre
La Crónica
27/04/2015
El rumor es una flauta tan fácil de utilizar, que el rudo monstruo de la multitud puede tocarla se dice, más o menos, en una obra de Shakespeare. Los rumores se propagan especialmente cuando ratifican aprensiones o sospechas de la gente. Los rumores explotan las emociones. Y no hay emoción más intensa que el miedo, sobre todo ante circunstancias que no podemos controlar y ante riesgos que pueden afectar a quienes más queremos.
Rumores siempre han existido. Ahora circulan además por Internet. Las redes sociodigitales favorecen la expansión de habladurías pero también su refutación o aclaración. Así sucede con el rumor de que en algunas colonias del sur de la ciudad de México estaban robando niños.
Esa versión corrió en el pueblo de Santo Domingo, en Coyoacán. Alguien la propagó y sugirió que, para protegerse, los menores de edad y sus padres deberían portar silbatos que harían sonar cuando hubiera peligro. El sábado 18 de abril varias docenas de personas marcharon al grito de “¡suena tu silbato, protege a tus hijos!”. Fueron convocadas con una o varias mantas colocadas en las calles que anunciaban: “¡ALERTA! ¡Se están robando a nuestros hijos!… El tuyo puede ser el siguiente!!!”.
Dos días antes la niña Judith Barragán Ventura, de 10 años, salió de su escuela sin permiso y fue reportada como desaparecida. Horas más tarde sus padres la encontraron, pero para entonces se había esparcido la falsa versión de que fue secuestrada por individuos que andaban en una camioneta blanca (así lo relata Saúl Rivera en el sitio www.elanden.mx).
El domingo 19 unos 400 vecinos de Santo Domingo marcharon para exigir “justicia” por presuntas desapariciones y crímenes, mientras coreaban “¡alerta, asesinos, se roban a los niños”. Cuando algunos periodistas les preguntaron, no pudieron dar nombres ni datos de víctimas. El rumor había arraigado a pesar de la escasa información específica.
En el transcurso de la semana Crónica dio seguimiento a esas movilizaciones. En ellas participaron miembros o simpatizantes de Morena, circunstancia que permitió suponer que ese partido alentó las protestas, y quizá los rumores, para golpear a las autoridades de Coyoacán y del DF que son del PRD. Por su parte dirigentes de Morena dijeron que los rumores fueron esparcidos por miembros del PRD, lo cual parece improbable.
El lunes 20 esos vecinos bloquearon varias intersecciones con el eje 10 y marcharon gritando “¡Ni un niño más, suena tu silbato!” y “¡Los vamos a linchar, los vamos a linchar!”. Al día siguiente hubo otros bloqueos y en esas movilizaciones circuló la fotografía del joven Ramiro Ortiz Ojeda, que se dijo fue asesinado por secuestradores. Ese muchacho de 16 años falleció el 7 de abril pero de otra manera, cuando cayó a la vía y fue arrollado por el metro en la estación San Antonio Abad.
Las falsas versiones fueron reforzadas y, en algunos casos, propaladas en muros de Facebook. El sábado 18 de abril a las 10 de la noche alguien creó en esa red social el sitio “Sto. Domingo Unidos coyoacan”, cuyo primer mensaje indicaba: “Esta página es para estar al pendiente de l situación que estamos pasando con respecto ah las desapariciones de los niños,cualquier dato o información sera de ayuda fotos, descriocciones etc…. por favor” (sic, todas las transcripciones de muros de Facebook son textuales). Además de imágenes de la reunión vecinal de ese día, allí se difundieron más rumores como “ayer en eje 10 se robaron a otros dos niños” (abril 19).
Tres horas después de la aparición de ese espacio, el domingo 19 a la una de la mañana, alguien más, o la misma persona, abrió en Facebook la cuenta “Robo de niños Santo Domingo Coyoacán”. Allí se dijo: “Hoy fuimos testigos de decenas de testimonios de vecinos y amigos que han perdido a sus hijos, aqui en este hermoso pedregal que hemos construido con tanto esfuerzo, Por favor difunde esta pagina ya que trataremos las medidas de prevencion propuestas por miles de personas reunidas en la iglesia del cristo en jilotzingo”.
Varios mensajes en ese muro establecen un contexto común con sus posibles seguidores, a partir de símbolos y exhortaciones religiosas. “Pido una cadena de oración para esos angelitos” (abril 23) dando por sentado el asesinato de niños. “Las iglesias tocan las campanas y convocan a la oración” (abril 22) como si esas acciones cotidianas en los templos estuvieran destinadas a interceder por los niños presuntamente secuestrados.
El discurso que construyen quienes propalan rumores es autorreferencial. Ellos han dicho que hay secuestros. Luego entonces, cualquier alusión la aprovechan para corroborar sus falsas versiones. El lunes 20 en su noticiero de radio Joaquín López Dóriga informó acerca de los bloqueos en el Eje 10 y aclaró que no había denuncias sobre robo de niños. El muro “Sto. Domingo unidos” (que ayer tenía 9 mil 627 seguidores) simplemente dijo: “Hoy en radio formula escuchen lo que dijo Joaquín López Doriga respecto ah los robo de niños”.
A los visitantes del muro “Robo de niños” (ayer domingo con 11 mil 176 seguidores) se les exhorta a hacer “LIKE si escuchaste el rumor de que los niños encontrados sin órganos tenían en la mano dinero” (abril 22). Sin pruebas de tal atrocidad, se le muestra con tanta certeza que a los lectores del muro se les sugiere que seguramente ya las conocían.
El uso de verdades parciales, manipuladas para que parezcan sustentarlos, es frecuente en la propagación de rumores. Se publican retratos de varios individuos de los que se dice: “Estos también ah sido identificados, uno desde Toluca y el otro en el DF por el robo de niños en toda la república y también aquí” (Sto. Domingo, abril 19). Se trata de retratos hablados de auténticos secuestradores, pero que fueron difundidos hace medio año en Guanajuato.
Hay, además, un sentido de urgencia que se añade a la explotación del miedo. “ALERTA ¡! Me están avisando que ayer a las 10 pm la camioneta blanca fue vista en las calles toltecas y mayas cerca del mercadito con dos de los ya identificados y hoy de nuevo fue vista ahí” (Sto. Domingo, abril 19). Se difundió mucho la imagen de una camioneta blanca. Se trata de una fotografía que ha circulado en mensajes acerca de secuestros de niños por lo menos en Argentina y Colombia y, en México, en estados como Coahuila y Tabasco. Es un bulo propagado en Internet.
Cuando a los anónimos autores de tales versiones se les exige que ofrezcan nombres de víctimas de los presuntos secuestros, ofrecen respuestas como ésta: “Si no sean subido fotos de los niños desaparecidos es por respeto a sus familias que los están velando” (Sto. Domingo, abril 20).
Ese tono taimado y autorreferencial ha contribuido a convencer a centenares de personas de que hay una ola delictiva en las colonias más pobres de Coyoacán y otras delegaciones. La difusión en Internet de tales embustes les da algún cariz de autenticidad. Pero en la Red también hay recursos y ciudadanos capaces de desmentir esa farsa.