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El debate público

Se lo dije

Leonardo Valdés

El Universal

15/05/2015

Durante las últimas semanas se ha publicado una importante cantidad de encuestas electorales. Y se publicarán más hasta el 3 de junio, cuando empiece la llamada veda electoral. Las encuestas de salida, que se realicen el domingo 7, se darán a conocer a partir de las 20:00 horas de ese día. Eso dice la ley y, creo, es conveniente para evitar situaciones que pueden terminar por poner en duda la certeza de los resultados electorales.
Le decía hace dos semanas, lector, que los principales consumidores de encuestas electorales (o sea, los dirigente de los partidos y sus candidatos) tienen el apoyo de asesores que les explican los límites y alcances de cada encuesta. Nosotros, simples observadores, debemos poner atención respecto de algunas cuestiones elementales.
Además de lo que señalé hace 15 días, se debe tomar en cuenta que las encuestas no son, ni pretender ser, pronósticos electorales. Son fotos instantáneas de las opiniones que expresa un sector de la sociedad, que probablemente es representativo del conjunto. Pero son sólo opiniones que pueden cambiar con el desarrollo del proceso y el paso del tiempo y, en consecuencia, pueden no llegar a ser elementos que orienten el comportamiento de los votantes. La transformación del encuestado en votante, no es mecánica y sigue siendo objeto de polémica en el campo de la sociología política.
No obstante, las encuestas son útiles e interesantes. A ver, si usted vive en un municipio, delegación o estado en el que se elegirá gobernante y ha leído una encuesta (realizada por una empresa de prestigio, publicada en un medio profesional y con ventana metodológica) y el candidato de su preferencia no está entre los dos primeros. Puede evaluar la pertinencia de votar por uno de ellos, con el objeto de apoyar a aquel que se acerque más a sus opiniones. Si por el contrario, usted está interesado en la elección federal pues de ella depende la conservación del registro del partido de su preferencia, no lo dude, luego de ver varias encuestas acuda a votar por ese partido.
Ahora bien, si su curiosidad tiene que ver con el tamaño de los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados, la Asamblea Legislativa o su Congreso local, vea en las encuestas si reportan identificación partidaria. Esa ha sido, hasta ahora, la variable que mejor explica la construcción de la decisión política de los ciudadanos que votan.
La proliferación de la encuestas electorales es prueba: de que contamos ya con una industria robusta y con capacidad técnica y operativa; de que existe un amplio público interesado en contar con información para tomar decisiones ante la incertidumbre de los resultados de nuestras elecciones; de que existe libertad de expresión y, finalmente; de que vivimos en democracia.