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El debate público

Sociedad escindida, adhesiones cambiantes

Raúl Trejo Delarbre

La Crónica

13/12/2021

Al desempeño de López Obrador como gobernante lo respalda la mitad de los mexicanos. Sólo el 37% considera que el país marcha por el rumbo correcto, en tanto que para el 45% vamos por el camino equivocado. La mayoría de los ciudadanos respalda a la democracia pero las pulsiones autoritarias han crecido.

La polarización de la sociedad tiene inflexiones y matices. La opinión favorable a López Obrador “como persona” ha oscilado del 71% en diciembre de 2018, al 47% en marzo de 2020 hasta, ahora, el 54%. Pero cuando se pregunta la opinión acerca de AMLO “como gobernante”, las respuestas favorables en los mismos meses han sido del 58%, al 42% y ahora 49%. En otra pregunta, sobre el desempeño de López Obrador “como presidente” y no “como gobernante”, las respuestas favorables ascienden aproximadamente cinco puntos (en esta ocasión, hasta el 54%).

Estos son algunos de los hallazgos de la encuesta nacional GEA-ISA levantada del 20 al 22 de noviembre y que se publicó la semana pasada. Como forman parte de una serie que ya lleva varios años, esos resultados permiten apreciar variaciones en la opinión de los mexicanos.

Cuando las encuestas indagan acerca de la aprobación a un gobernante, pueden magnificar la división de opiniones en dos campos. Por eso es muy útil la pregunta de GEA-ISA cuando averigua si la aprobación a López Obrador es incondicional, o condicionada. En la encuesta más reciente sólo el 13% aprueba de manera incondicional el desempeño del presidente. Esa aprobación, que expresa el respaldo duro a favor de AMLO, había sido del 30% en marzo de 2019 y descendió al 16% un año más tarde, pero nunca había sido tan baja —13%— como en noviembre pasado.

En cambio el porcentaje de los mexicanos que le dan al presidente una “aprobación condicionada” nunca había sido tan alto: era del 36% en marzo de 2019, 31% en marzo de 2020 y ahora es del 41%. La gran mayoría de quienes expresaban una incondicionalidad absoluta al trabajo del presidente la han modificado por una aprobación condicionada.

¿Por qué aprueban, quienes así lo hacen, la gestión del presidente? De las opciones que les presentó la encuesta, el 33% dice que lo respaldan porque López Obrador tiene buenas intenciones, el 18% respondió que porque ha tenido buenos resultados y otro 18% toma esa decisión porque los programas sociales del presidente benefician a su familia. Es decir, el respaldo de los ciudadanos que consideran que AMLO tiene buenos propósitos es casi equivalente al de aquellos que avalan esa gestión por sus resultados, ya sea generales o que les han convenido directamente.

Cuando les preguntan cuál es el principal problema del país, el 33% responde que es la seguridad. Pero el 48% dice que la seguridad es el problema principal en su colonia o localidad. Sin embargo sólo el 26% estima que la inseguridad en su colonia es hoy mayor que hace medio año. Es decir, la inseguridad que ya existía no se ha resuelto y la desazón que se mantiene por esa causa se experimenta más en el entorno inmediato, que en la opinión sobre el panorama nacional.

Casi la mitad de los mexicanos, el 47%, desaprueba las acciones del gobierno para combatir al crimen organizado. Esa opinión la tenía el 28% a comienzos de 2019 y ha crecido desde entonces. La inquietud por ese tema, conduce al 69% a considerar adecuado que la seguridad pública esté a cargo de las fuerzas armadas. En ese y otros asuntos, hay una inquietante deriva hacia posiciones autoritarias.

La encuesta GEA-ISA, dirigida por Ricardo de la Peña, reitera la pregunta clásica para estimar el compromiso con la democracia (“¿usted cree que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno o que en ocasiones un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático?”). El 58% que opta por la democracia es el mayor porcentaje por esa alternativa en los años recientes. Se trata de una plausible reivindicación de la democracia, a pesar de todas las insuficiencias que pueda tener. Pero también ha crecido el porcentaje que preferiría el autoritarismo y hoy llega al 38% (¡casi 4 de cada 10 mexicanos!). Posiblemente quienes responden así no comprenden cabalmente qué significa un gobierno autoritario; quizá creen que autoritarismo es ejercicio de la autoridad y no el exceso en su aplicación. Como sea, en el transcurso de los tres años recientes la preferencia por el autoritarismo se ha incrementado del 18% a fines de 2018, a 25% a mediados de 2019 y 36% hace un año, para llegar al actual 38% en la multicitada encuesta.

El reconocimiento al Instituto Nacional Electoral (cuando se pregunta si esa institución cumple su función de manera adecuada) saltó del 47% en el trimestre anterior, al 73% en la encuesta difundida este diciembre. Las descalificaciones del presidente y Morena contra la autoridad electoral no han calado en el ánimo de los ciudadanos. Lo más significativo es que quienes han aumentado su opinión favorable al INE son simpatizantes del gobierno. Según la encuesta, el 84% de aquellos que respaldan a partidos de la coalición gobernante consideran que el INE sí cumple sus funciones de manera adecuada. Entre los simpatizantes de partidos de oposición esa opinión la comparte el 62%.

En la evaluación ciudadana de López Obrador todavía hay un fuerte ingrediente de anhelos que no se confrontan con el desastre que ha sido la primera mitad de su gestión. La coraza de confianza y esperanza que le permitió ganar la elección de 2018 todavía se mantiene, pero es más débil y no alcanza a cobijar a su gobierno. Cuando se pregunta a los ciudadanos su opinión sobre la labor del gabinete presidencial, el 43% la desaprueba y el 40% la aprueba.

El 45% de los encuestados responde que el hecho de que AMLO sea presidente les provoca confianza. Otro 45%, dice que les provoca preocupación.