Ciro Murayama
El Universal
19/03/2015
Hay una genuina preocupación en la opinión pública acerca de la posibilidad de que las elecciones en Guerrero se puedan efectuar el próximo 7 de junio. Sin embargo, la inquietud puede deberse más a un problema de percepción que a dificultades reales en el trabajo del Instituto Nacional Electoral. Hagamos un corte de caja de lo que ha hecho la autoridad electoral.
En Guerrero hay 2 millones 404 mil 579 ciudadanos inscritos en la lista nominal, quienes votarán para elegir nueve diputados federales de mayoría relativa, un Congreso local de 46 diputados, 81 ayuntamientos y la gubernatura. Para ello el INE tiene previsto instalar 4 mil 95 casillas únicas (es decir, en las que se votará tanto en la elección local como en la federal). Esas casillas, como ocurre en el resto del país, serán instaladas y operadas por ciudadanos. Se requiere de 44 mil funcionarios de casilla (por cada una seis titulares —un presidente, dos secretarios y tres escrutadores— y tres suplentes), por lo que el INE ha desplegado a mil 761 capacitadores y supervisores electorales quienes recorren toda ciudad, pueblo o caserío para contactar, persuadir, capacitar y asistir a las personas seleccionadas. La ley electoral dispone que se debe insacular a 13% de los ciudadanos de la lista nominal para ser invitados a participar como funcionarios de casilla, lo que implica en Guerrero 328 mil 880 personas.
En diciembre el INE seleccionó en todo el país a sus capacitadores y asistentes. Si bien dos exámenes de selección no se realizaron en Guerrero en la fecha prevista, se efectuaron unos días después y las tareas de capacitación en el estado iniciaron el 9 de febrero, al igual que en todo el territorio nacional. Cabe decir que a la convocatoria del INE para contratar capacitadores electorales acudió un total de 4 mil 733 guerrerenses, es decir, tres veces más de los requeridos.
A la fecha, se ha capacitado ya a 61 mil 949 ciudadanos a lo largo y ancho de Guerrero. De éstos, 61 mil 431 son “aptos”, esto es que reúnen los requisitos de ley, han aceptado participar y cumplieron con la primera etapa de capacitación. En términos generales ya hay más ciudadanos dispuestos a instalar casillas de los que se requieren.
Se ha mencionado que no hay condiciones para integrar las mesas en Chilpancingo, Iguala y Tlapa de Comonfort. Sin embargo, en Chilpancingo se necesitarán 4 mil 833 funcionarios de casilla y se ha capacitado a 5 mil 600; en Iguala se requieren 5 mil 517 funcionarios de casilla y ya se cuenta con 8 mil 647 ciudadanos aptos, y en Tlapa, donde se precisará de 5 mil 238 funcionarios, ya se ubicó a 5 mil 193 aptos, cuando aún falta medio mes de trabajo. La dificultad más frecuente para encontrar ciudadanos aptos para desempeñarse como funcionarios de casilla en Guerrero, dadas las condiciones socioeconómicas, es el alto índice de analfabetismo.
Otro tema que ha suscitado interés es la capacidad para ubicar casillas en determinados lugares. La definición de dónde se instala cada casilla le corresponde a los consejos distritales del INE —nueve en Guerrero—, después de hacer recorridos e identificar los sitios óptimos. Hasta ahora se prevé que mil 425 casillas se instalen en escuelas —no solo primarias, sino incluso preparatorias—, 699 en oficinas públicas, 2 mil 664 en lugares públicos —plazas, quioscos— y 201 en domicilios particulares. Así que al corte del 17 de marzo, puede decirse que en Guerrero, como en el resto del país, la organización de la elección va y, pese a lo complicado del entorno, va bien.